Cipro es un antibiótico fluoroquinolona que se utiliza para tratar infecciones urinarias como la cistitis aguda no complicada, la pielonefritis y la prostatitis bacteriana crónica.
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Cipro, un antibiótico fluoroquinolona, ejerce sus efectos terapéuticos dirigiéndose a la ADN-girasa, una enzima esencial en las bacterias responsable de la replicación del ADN y la síntesis de proteínas celulares. Al inhibir la ADN-girasa, el Cipro interrumpe los procesos vitales necesarios para la supervivencia de las bacterias, provocando su muerte final. Este mecanismo de acción confiere al Cipro su actividad bactericida, convirtiéndolo en un tratamiento eficaz para diversas infecciones bacterianas.
Es eficaz contra una amplia gama de especies bacterianas, incluidas Salmonella, Shigella, Proteus, Chlamydia, Streptococcus y ciertas especies del género Sraphybcoccus. Esta amplia cobertura permite a Cipro atacar y combatir diferentes tipos de infecciones bacterianas en varios sistemas corporales.
Cipro se prescribe comúnmente para el tratamiento de infecciones del tracto urinario (ITU) causadas por bacterias susceptibles. Es particularmente eficaz en el tratamiento de la cistitis aguda no complicada, la pielonefritis y la prostatitis bacteriana crónica. Estas afecciones pueden ser angustiosas y debilitantes si no se tratan, pero Cipro ofrece una opción fiable para combatir las ITU y promover la recuperación.
El medicamento debe tomarse con abundante agua, con o sin alimentos, a intervalos regulares. Es esencial evitar el consumo simultáneo de productos lácteos, ya que pueden disminuir la actividad de Cipro. Los comprimidos de liberación prolongada deben tragarse enteros, sin triturar ni masticar, mientras que la forma líquida oral debe tragarse sin masticar.
Antes de iniciar el tratamiento con Cipro, es importante comentar con un profesional sanitario cualquier afección médica preexistente. Las personas con enfermedad renal o hepática, miastenia grave, problemas articulares, diabetes, antecedentes de convulsiones, niveles bajos de potasio en la sangre o trastornos del ritmo cardíaco pueden requerir una consideración especial. Además, Cipro está contraindicado durante el embarazo, la lactancia, en individuos con epilepsia, lactantes, adolescentes menores de 18 años y aquellos con hipersensibilidad conocida a las fluoroquinolonas u otros medicamentos del mismo grupo.
Como cualquier medicamento, Cipro puede causar ciertos efectos secundarios en algunos individuos. Los efectos secundarios comúnmente reportados incluyen náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, erupción cutánea y dolor de cabeza. En algunos casos, pueden producirse efectos secundarios más graves, como inquietud, confusión, alucinaciones, piel pálida o amarillenta, orina de color oscuro, fácil aparición de hematomas o hemorragias. Si se manifiesta alguno de estos síntomas, es crucial interrumpir el tratamiento con Cipro y buscar atención médica de inmediato.
Cipro puede interactuar con ciertos medicamentos, y deben tomarse precauciones para evitar posibles efectos adversos. No se recomienda tomar Cipro simultáneamente con medicamentos que disminuyen la acidez estomacal o consumir aguas minerales alcalinas, ya que pueden interferir con la absorción de Cipro. Además, Cipro puede tener una absorción reducida cuando se combina con medicamentos que contienen iones de aluminio, zinc, hierro o magnesio. Es importante comentar todos los medicamentos actuales con un profesional sanitario para minimizar el riesgo de interacciones farmacológicas.
En su lugar, debe omitirse la dosis olvidada y continuar con la medicación según el horario habitual.Tomar una dosis doble puede conducir a una sobredosis, que puede tener graves consecuencias.Los signos de sobredosis pueden incluir convulsiones, dificultad para orinar, debilidad o una combinación de labios azules
y piel pálida.
Si se sospecha una sobredosis, debe buscarse asistencia médica inmediata.
Cipro debe almacenarse a temperatura ambiente, entre 59-77 grados Fahrenheit (15-25 grados Celsius), lejos de la luz y la humedad. Es importante mantener el medicamento fuera del alcance de los niños y animales domésticos. Si Cipro se presenta en forma líquida, no debe congelarse, sino conservarse en el frigorífico.
La información proporcionada en este artículo pretende servir como información general sobre Cipro y su uso en el tratamiento de infecciones del tracto urinario. No es exhaustiva y puede que no cubra todas las indicaciones, interacciones con otros medicamentos o precauciones. Las instrucciones específicas para pacientes individuales deben obtenerse de un profesional sanitario o del médico que supervise el caso. Se renuncia a la fiabilidad de esta información, y cualquier error que pueda contener no es responsabilidad del proveedor. Es esencial consultar a un profesional sanitario para obtener asesoramiento personalizado y seguir sus orientaciones para un tratamiento seguro y eficaz.